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Mayra Djmondian: «estamos completas pero también en constante crecimiento»

La escritora, docente, orientadora familiar y pastora cuenta acerca de la segunda edición de su libro. «Mujeres completas, no perfectas», un material práctico sobre el que, en su edición anterior, muchas personas hicieron llegar su testimonio. Mayra Djmondian cuenta qué herramientas de Dios podés tener ante una situación difícil y cómo encontrar la plenitud en Cristo.

La Corriente: ¿Cómo surgió esta iniciativa del concepto «mujeres completas, no perfectas”?

Mayra Djimondian: Surgió a partir del trabajo con mujeres que vengo realizando desde hace muchísimos años, tanto en el ámbito ministerial como en el profesional. Escuchando sus historias de vida y experiencias, me di cuenta de que uno de los temas recurrentes que frenaba sus propósitos y se levantaba como un factor limitante en muchos sentidos, tenía que ver con la sensación de sentirse incompletas, en algunos casos creyendo que no daban con la talla; en otros, sobrepasadas por una hiperexigencia cuya raíz estaba ligada al peso emocional de la mirada de los demás, a los mandatos familiares, sociales o religiosos, a la inseguridad, falta de autoconfianza, etc.

Lo anterior se manifiesta para muchas en una forma de encarar la vida donde el perfeccionismo es protagonista y se experimenta una lucha interior compleja entre la autoexigencia desmedida, la culpa, la vergüenza, la ansiedad, la baja autoestima, la búsqueda constante de valoración y reconocimiento en el hacer, la autocrítica negativa, la dificultad para reconocerse vulnerables y aceptarlo, entre otros factores.

«PERO CUANDO TRAEMOS LUZ CON LA PALABRA DE DIOS SOBRE CUESTIONES COMO LAS MENCIONADAS, NOS ENCONTRAMOS CON UN PRINCIPIO Y UNA VERDAD TRASCENDENTE QUE CAMBIA NUESTRA PERSPECTIVA»

Mayra Djimondian, escritora y pastora

Todo esto nos enfoca: “en Cristo estamos completas” Colosenses 2.10. Estamos completas y a su vez esta verdad entra en tensión con la realidad cotidiana. Estamos completas pero también en constante crecimiento. Completas en Cristo, con toda la plenitud de Dios y al mismo tiempo en avance y transformación. La Biblia dice que “el Señor, quien es Espíritu, nos hace más y más parecidas a Él a medida que somos transformadas a su imagen” (2 Corintios 3.18 b NTV). Estar completas en Cristo implica a su vez vivir siendo transformadas a su imagen.

LC: ¿El material fue revelado a través de una experiencia personal?

MD: Muchos de mis libros nacieron a partir de experiencias previas en encuentros y congresos de mujeres. Precisamente este material surge a partir de un encuentro de mujeres que organicé en mi congregación en junio de 2015, con el mismo título que hoy lleva el libro.

Fue una experiencia hermosa, muy potente y transformadora para mujeres de todas las edades, en la cual participaron con talleres, dinámicas y plenarias en las que abarcamos muchas de las temáticas que hoy forman parte del material. Esto se gestó en el marco de una palabra que Dios nos había dado como congregación en ese tiempo: “2015 año del completamiento”.

Por otro lado, es un área que trabajé mucho -y lo sigo haciendo- en mi experiencia personal, en cuanto a la elección de encarar la vida no desde la autoexigencia que me limita sino desde la excelencia que me expande; no permaneciendo en la zona de confort y poniendo excusas frente a los desafíos sino tomando riesgos y caminando en fe.

LC: En la sociedad a veces se establece el concepto de la perfección en la mujer, ¿a qué se refiere en el libro los conceptos de perfección y de ser completas? ¿Cuál es el tema que más se focaliza de la mujer y Dios en estas cuestiones?

MD: Como comparto en el libro, estar completas en Cristo no se refiere a que “ya estamos hechas”, porque vivimos en proceso, y siempre hay algo nuevo por aprender, cambiar, descubrir y transformar. Esto va mucho más profundo.

«CUANDO RECIBIMOS A CRISTO COMO SEÑOR Y SALVADOR RECIBIMOS LA PLENITUD DE DIOS, FUIMOS LLENAS COMPLETAMENTE PORQUE CRISTO VIVE EN NOSOTRAS»

Mayra Djimondian, escritora y pastora

La palabra que se traduce como “completos” en Colosenses 2.10 es el griego: pleperomenoi y significa que estamos llenas, enteras, rebosantes, repletas, saturadas, ¡satisfechas! En el libro amplío mucho más estos conceptos pero el foco está básicamente en creer y experimentar que en Cristo tenemos todo lo que necesitamos para vivir en plenitud, para saciar nuestra sed interior y vivir satisfechas, porque en Él ya somos mujeres completas.

Cuando entramos en la vorágine de la hiperexigencia mediante la cual nos ponemos a nosotras mismas -y muchas veces a otros- cargas pesadas difíciles de llevar, que pueden darse a nivel físico, espiritual o emocional, el perfeccionismo toma un lugar protagónico, la frustración de no alcanzar ese estándar nos aplasta, y aun cuando logramos lo que nos proponemos, la sensación de vacío sigue presente.

Hay mujeres que batallan con el perfeccionismo desde este lugar, el del hacer, cumplir, demostrar; y otras a quienes el perfeccionismo las limita en otros aspectos, ya que por el temor a que no esté perfecto (lo que sea, un trabajo, su cuerpo, un proyecto, un servicio, incluso una familia o relación) pierden tiempo valioso, se vuelven presas de una constante autocrítica negativa que las mantiene estancadas, viven con ansiedad por lo que suponen que no pueden lograr y, en muchos casos, dejan de intentar. Estos y otros estilos de afrontamiento en cuanto a estas áreas convergen en un mismo punto: insatisfacción.

LC:  ¿Para quiénes está apuntado el libro y cuál es el objetivo? ¿qué te gustaría que el lector experimente cuando lea el libro?

Uno de los objetivos es que las mujeres puedan romper los paradigmas que las mantienen atrapadas en la insatisfacción sintiendo que no dan con la talla, que no son suficientes, o muchas veces viviendo en una vorágine de hiperexigencia que las desgasta de tal manera que comienzan a sentirse, cada vez más, llenas de cosas pero sin propósito, vacías, aun siendo cristianas.

Otro de los objetivos es equiparlas con herramientas concretas que les permitan salir de la zona de confort, superar las excusas y tomar todos los recursos del cielo que están disponibles para vivir disfrutando la plenitud en Cristo y desafiadas a ir por más pero con paz. Cuando descubrimos que ya estamos completas en Dios y que podemos vivir en plenitud en todas las etapas, a pesar de las circunstancias, nuestro enfoque cambia, nuestra visión se aclara y nuestro estilo de vida se transforma.

Otro objetivo es que al trabajar con este libro las mujeres vayan descubriendo cómo tomar acción en todo lo compartido anteriormente, no solo para experimentar esa plenitud sino para inspirar a otros y acompañarlos teniendo siempre presente un principio clave, la plenitud en Cristo tiene un contexto: su cuerpo.

“Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena y también es Quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia”, Efesios 1.23 NTV.

Cristo es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, nosotras fuimos creadas por Dios para vivir en plenitud y en comunión, somos parte de su cuerpo y todo lo que tiene que ver con la vida abundante y plena en Cristo está ligado al cuerpo.

Mayra Djimondian, escritora y pastora

Disfrutamos esa plenitud cuando entendemos que ser mujeres completas implica que somos parte de un cuerpo que es su iglesia, y que la misma no solo sigue siendo el plan de Dios para la humanidad, sino que es aquella que Él ama, por la cual dio su vida, y la que pronto Jesús vendrá a buscar.

LC: En tus libros hay principios y elementos claves para que la mujer se potencie, ¿en qué se diferencia este material con respecto a los demás?

MD: Miles de mujeres ya trabajaron con este libro en su edición anterior tanto en lo personal como en sus congregaciones y me siguen llegando testimonios similares en cuanto a que “este es un libro que no te deja igual”.

Tiene muchos desafíos para implementar en el día a día y ejercicios prácticos. Las mujeres se sienten especialmente impulsadas y con herramientas concretas para salir de la zona de confort en las distintas áreas de su vida y abrazar la vida plena para la cual fuimos diseñadas.

Toca puntos relevantes en cuanto a la sanidad integral: física, emocional y espiritual y te ayuda a bajar a la práctica principios que son trascendentes para la vida abundante pero que muchas veces se quedan en lo teórico.

Además, ¡tiene un plus tremendo! Viene con un E-book hermoso de regalo, para trabajar en grupos pequeños, en células, en encuentros de mujeres, con dinámicas, ejercicios, contenido e ideas que amplían cada capítulo del libro y cuyas propuestas están pensadas para que las mujeres puedan juntas potenciarse, empoderarse en el Señor y bendecirse mutuamente para lograr los objetivos compartidos anteriormente y otros que irán descubriendo a medida que recorran y usen el material.

Ficha

Título: Mujeres completas, no perfectas

Autora: Mayra Djimondian

Año: 2016

Redacción
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