Siempre he creído que necesitamos marcar una nueva temporada para esta época. Estamos ante una generación diferente, que todo lo que pide de nosotros es honestidad y aceptación cuando se trata de hacer Iglesia. Ella no será ganada como nosotros fuimos ganados, y este es el detalle que no nos permite tener el impacto que Jesús nos pide ante una sociedad que necesita todo, menos una religión fría y sin relevancia.  

«Lo que ayer fue relevante, hoy es obsoleto, lo que ayer funcionó, hoy ha dejado de funcionar como estrategia»

Gustavo Falcón, pastor y escritor

Lo que ayer convertimos en una tradición, hoy está agonizando, y lo único que nos queda es mirar cómo la gente simplemente rechaza a una Iglesia que se resiste ofrecer una propuesta. 

Necesito dejar claro que lo único que no se desgasta es la Biblia. Ella siempre será relevante, atractiva y efectiva, solo necesita un escenario nuevo y diferente donde pueda ser predicada. A lo largo de los siglos, la Escritura ha cambiado de escenarios; misma Biblia, diferentes escenarios según los tiempos.

«Estamos en un tiempo donde los escenarios están cambiando, y si la gente no viene a nosotros, nosotros debemos ir a la gente»

Gustavo Falcón, pastor y escritor

Esta es mi humilde opinión. Nos cuesta reconocer que hoy tenemos a una generación que no tiene planes de entrar a una iglesia, a un templo para ser más correcto, y esto nos debe llevar a concluir que ya no somos una opción para esta generación. No hablo de Jesús, hablo de la Iglesia, de ti y de mí, que hemos dejado de ser una opción para gente nueva.

La valiente manera de pensar nuestra, tendría que ser: “Si ya no somos una opción, entonces nos convertiremos en un una propuesta”. Jesús siempre tenía una cada vez que predicaba, Él decía: “Ustedes han oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pero yo les digo…” (Mateo 5:38-39) y soltaba esa nueva proposición moviéndoles todo el tapete teológico a los fariseos y demás.

Siempre camino con una pregunta en mi mente: ¿Qué estoy dispuesto a hacer por una generación nueva? Y mi respuesta es: ¡Lo que sea que Dios me pida! ¿Y qué creen damas y caballeros? El Señor me pidió hacer Iglesia de la forma en la que jamás me imaginé hacerlo después de tantos años de ministerio.

Hace aproximadamente un año comenzamos a reunirnos en un bar de la ciudad de Monterrey. El nombre de nuestra comunidad se llama El BAR Iglesia, y empezamos a hacer Iglesia los martes como si fuera un domingo.

«La críticas no tardaron en llegar, y la gente también, fue maravilloso ver cómo las personas llegaban a encontrarse con Jesús en ese bar»

Gustavo Falcón, pastor y escritor

BAR es una sigla que significa Bondad, Amor y Reconciliación. Tres palabras que proyectan el corazón de nuestra propuesta hacia quienes, aunque no quieren entrar a un templo convencional para conectar su espiritualidad con Jesús, puedan saber que alguien los espera en un lugar de la ciudad para hacerlo. 

En ese bar predicamos la Biblia, adoramos, oramos y hacemos el llamado a recibir a Cristo, los bautizamos y ayudamos a conectar su espiritualidad con Dios de una manera que la gente pueda disfrutar.

Misma Biblia, diferente escenario, y una propuesta específica para esta generación, para la gente de hoy.

«El futuro me emociona, pero el presente me pone a trabajar en ser una PROPUESTA que traiga el fruto que Jesús me pide dar«

Gustavo Falcón, pastor y escritor

Pensar más en esta gente y pensar menos en nosotros sería buena idea. Como iglesia tenemos que impulsar más a nuestros jóvenes y criticarlos menos. Tenemos que ser conscientes de que ellos siempre tendrán una propuesta y nosotros podemos hacer que la iglesia no parezca iglesia, pero al final lo será. 

Tendremos jóvenes llamados al pastorado que no parecerán pastores, cantantes que no parecerán levitas, porque han entendido el punto: No se trata de parecer sino de ser, de ser esa proposición al mundo como Jesús lo fue. ¡Seamos la propuesta que esta generación necesita!

América Latina está esperando nuevas propuestas de iglesias que puedan diseñar lugares para que una generación nueva pueda llegar a encontrarse con Jesús y así pueda resolver su eternidad. 

¡Hasta la próxima! Con cariño. 

Hombre dinámico en constante búsqueda del lado positivo a cada situación de la vida. Uno de sus placeres más grandes es animar y motivar a todo aquel que lo escucha o lo lee. Siempre de buen humor, sin dejar de ser analítico y profundo. Falcony se ha posicionado actualmente como un excelente comunicador, escritor y pensador. Actualmente vive en Monterrey, México.