No es la primera vez que Dallas Willard viene a nosotros con un libro que sacude nuestros adentros. Que incomoda y nos despierta de un estado de quietud.

La divina conspiración es la tercera y última obra que completa la trilogía que este autor ha hecho sobre la vida espiritual, comenzando desde la conversión hasta el llamado a una dedicación total en todos los niveles. Hemos hablado sobre el primero, Escuchar a Dios; el que le sigue es un clásico de la literatura cristiana, El espíritu de las disciplinas. Y La divina conspiración acaba la serie, poniendo fin (¿O más bien comienzo?) a un viaje extraordinario.

Richard Foster, autor de Celebración de la disciplina: hacia una vida espiritual más profunda, de quien también hemos hablado en su momento, define este libro como “una pieza maestra maravillosa […] el libro que he buscado toda mi vida”. Y es que resulta increíble cómo el autor es capaz de hablar de corazón a corazón sobre temas sumamente importantes, evitando lenguajes técnicos que complejizan y ponen barreras al lector. Un llamado constante a la práctica que no podemos ignorar.

La divina conspiración no permite que las cosas queden en el plano teórico: denuncia un estado de quietud y tibieza en la iglesia contemporánea. Pretende no solo hacer explícitas las tendencias recurrentes a vivir una “vida cristiana a medias”, sino también echar abajo toda concepción limitada de qué es realmente ser un creyente y no solamente “comportarse como tal”.

“Más que ninguna otra cosa, en todo caso, lo que explica el efecto debilitado del cristianismo en el mundo de hoy es la irrelevancia práctica de la obediencia a Cristo en los hechos, con la reciente tendencia a poner énfasis en la acción política y social, como forma primaria de servir a Dios”.

Dallas Willard en La divina conspiración

Desde el principio, el autor muestra cómo el mensaje de la Palabra en los primeros oyentes no se vivió como algo sin conexión esencial con la vida real, algo que si no cumplían podría provocarles consecuencias como castigo. El Evangelio es, en todo sentido, un mensaje para vivirlo a diario. Mucho más allá que meros patrones morales de comportamiento. La base de la conversión de aquellas personas en los inicios de la Iglesia era que llegaban a la conclusión de que, simplemente, no creer en Dios sería tonto de su parte.

“Se lo considera una opción costosa, un lujo espiritual o hasta una evasión. ¿Para qué molestarse con el discipulado o con una relación de conversación con Dios? Es lo que muchos piensan”.

Dallas Willard en La divina conspiración

La enseñanza bíblica, la cultura popular, la ciencia y la práctica espiritual, entretejidas en un solo libro. La divina conspiración nos habla de un Dios presente en el aquí y ahora. La vital importancia del Evangelio como un estilo de vida, una actitud genuina del corazón. Algo que trasciende la cuestión de lo que hagamos o dejemos de hacer. El mensaje de Jesús y el mensaje acerca de Jesús deben ser en nosotros algo tan vital y cotidiano como respirar, y no solamente algo que esperar para cuando muramos.

“Nuestro futuro, por lejos que miremos, es una extensión natural de la fe por la que vivimos hoy, y la vida en la que participamos. La eternidad está pasando ahora, y nosotros pasamos con ella, nos guste o no”.

Dallas Willard en La divina conspiración

Puede que el número de páginas desaliente a algunos. Pero lo cierto es que el autor no escatima palabras para hablarnos con pasión de aquello a lo que fuimos llamados a predicar: el Reino de los Cielos vive en y por nosotros en este preciso momento. Es nuestro deber testimoniarlo. Un regalo que no debemos temer a abrir.

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Ficha

TÍTULO: La divina conspiración

AUTOR: Dallas Willard

PÁGINAS: 426

AÑO: 2013