Veamos qué nos dice la Biblia sobre la idea de “cobertura espiritual” 

Al intentar responder a nuestros lectores a esta tan interesante y actual pregunta, debemos establecer una base de pensamiento que nos ayudará colectivamente . La eclesiología es la parte de la teología práctica que se encarga de analizar y explicar cómo debe ser la administración del Cuerpo local de Cristo que es su Iglesia. 

Desde la perspectiva de este autor existe una notable flexibilidad en la mencionada administración eclesial que entre otras cosas nos impediría establecer patrones duros para que se conviertan en elementos rígidos y doctrinales o dogmáticos. Una sencilla lectura del Nuevo Testamento ( base fundamental para establecer los parámetros originales de una seria eclesiología) nos revelaría , por ejemplo, que en sus comienzos la Iglesia era gobernada de manera específica por los apóstoles históricos.

Cuando aquella se fue extendiendo geográficamente y estableciéndose en otras localidades, cobraron especial preponderancia la funcionalidad de los obispos o pastores. Es más que evidente (siguiendo la tesitura de eclesiología flexible) que cuando se desata el conflicto narrado en Hechos 6 en el cual las viudas de origen griego eran desatendidas y victimas parciales de una especie de discriminación social, la iluminación de los apóstoles fue determinante para encontrar la solución.

Así es que el Pueblo de Dios eligió a seis servidores o diáconos que naturalmente no estaban en la “estructura original”  pero que cumplieron una noble tarea en medio del crecimiento expansivo de la Iglesia, ayudando a los apóstoles en la tarea social y administrativa.

La idea de “cobertura espiritual”, aunque a muchos creyentes les produzca espanto, es bíblica en el sentido de que el Pueblo de Dios que naturalmente pertenece a una iglesia local debe, voluntaria y sanamente, “sujetarse” al pastor, pastores o líderes legítimos de aquella comunidad de fe. Ellos “cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho” (Hebreos 13:17) . 

La fragilidad humana y la inmadurez espiritual y emocional de muchos líderes han producido, entre otros efectos, que esta Palabra de Dios haya sido distorsionada y descontextualizada.

Por supuesto que sin desconocer la Palabra mencionada anteriormente,  esta, de ninguna manera, es justificativa para desarrollar ningún tipo de autoritarismo ni tiranía de los pastores hacia el Pueblo de Dios.

Conclusiones

Es la misma Palabra de Dios la que les da instrucciones específicas a los pastores: “cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo (…) No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño” (1 Pedro 5:2-3). Estos y otros tantos pasajes de las Escrituras que sería muy tedioso mencionar en este artículo nos hacen llegar a las siguientes conclusiones:

1- Los integrantes de la iglesia local deben sujetarse y obedecer a sus pastores como administradores y cuidadores del “rebaño” de Dios.

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2- El “rebaño” (iglesia) es de Cristo , no de los pastores y es esa la razón por la cual también “las ovejas” en el sentido figurado, pertenecen a Cristo y no a los pastores . Para este servidor teniendo en cuenta la verdad anterior, no existe el robo de ovejas pues, insisto, las ovejas son del Señor y no de los pastores. 

Esto no quita que existan, lamentablemente para los intereses del Reino de Dios, malas actitudes de algunos pastores que no proceden con respeto ético hacia otros consiervos en cuanto a la vinculación o desvinculación de los hermanos de las iglesias locales.

3- Los hermanos de las comunidades de fe local, al sujetarse voluntaria y amorosamente a sus pastores, hacen que la tarea de estos sea más alegre y llevadera y que no lo hagan con amargura.

4- Los pastores no tienen permitido bíblicamente ejercer señorío sobre los hermanos (que muchas veces incluyen “pactos espurios ”), y mucho menos maldecirlos o manipularlos si por alguna razón deciden cambiar de congregación local por más dolorosa que esta situación les resulte. 

La verdadera “cobertura espiritual” es el ejercicio abnegado de cualquier siervo de Dios de cuidar, alimentar espiritualmente y direccionar a la grey que El Señor en su gracia le encomendó.

Ejerció durante casi 40 años el ministerio pastoral. Fue Presidente de la Confederación Evangélica Bautista de Argentina en varios periodos y también Presidente de la Confraternidad de Pastores Evangélicos de la ciudad de Bahía Blanca. Actualmente, enviado por la Iglesia Pueblo Nuevo de Bahía Blanca, lidera una Red apostólica de más de 40 congregaciones en el país y el exterior. Está casado con Nelida Ballejo y tienen 3 hijos y 2 nietos.