Si observamos todos los eventos que acontecen en el mundo, notaremos que hay algo que está sucediendo. Enfermedades, atentados, crisis económicas y sanitarias, ideologías que intentan destruir la familia, y demás. ¿Alguna vez te has preguntado por qué sucede todo esto? Yo sí lo hice, y noté que todas estas cosas nos están avisando que se aproxima el fin. ¡MARANATHA!

Como hijos de Dios, necesitamos saber esto y actuar consecuentemente. El tiempo que nos queda es poco, aunque creemos que somos administradores de nuestro tiempo, en realidad no es así. Dios es el único que sabe el momento exacto en que sucederá. Por ende, no hay segundo que perder. Cristo viene pronto, para aquellos que lo esperan, será glorioso. Pero ¿qué sucederá con aquellos que no lo saben? 

Dios nos necesita

Hace tiempo entendía que yo no podía hacer nada sin Dios. Nada tenía sentido si Él no estaba en medio. Y una vez hablando sobre esto, entendía que Dios no puede hacer nada sin nosotros, ¡tranquilos, no es una herejía! Lo que quiero decir es que Él nos ha escogido para que seamos portadores del mensaje más poderoso que se ha escuchado. Aunque Dios tiene el poder de hablar a quien quiere y cuando quiere, somos los responsables de llevar el mensaje hasta lo último (Mateo 28:19-20).

«Nada tiene sentido si Dios no está en medio»

Emmanuel Mez

El remanente

A lo largo de toda la Biblia se habla de un remanente, que hace referencia a un pequeño grupo de personas que guardaron los principios y permanecieron fieles a Dios en momentos de persecución. ¡Y no será diferente en los últimos tiempos! 

Aunque consideres que quizás nadie o pocas personas permanezcan cumpliendo los mandatos, siendo fieles y demás, te aseguro que hay muchos que han decidido ser parte de ese remanente y marcar la diferencia. Y si estás leyendo esto es porque Dios te ha elegido para que seas parte de ese remanente, pero depende de tu decisión.

¿Cómo ser parte del remanente?

Esta decisión nace en un solo lugar, y es en la intimidad con Dios. Allí surge la necesidad de mostrar el amor de Dios al mundo. Tenemos que saber que Satanás está empeñado en destruir a las personas a través de mentiras, por ende, surge el mismo empeño en defenderlos con la única verdad que nos hace libres, Jesús. 

Esto no lleva a que nuestras convicciones sean cada vez más fuertes, no dejándonos seducir por lo que el sistema actual quiera imponer. Para que esto no suceda, debemos conectarnos a Dios y a su Palabra constantemente y renovar nuestra mente según Cristo. Ahí hay instrucciones que nos ha dejado para que no caigamos en las redes (Romanos 12:2).

Infiltraciones

Actualmente, hay muchas cosas que se han infiltrado en los ámbitos de nuestra vida que antes reconocíamos plenamente como malas, pero hoy las vemos buenas (Isaías 5:20). Al caer en estas trampas, sutilmente nos convertimos a un estilo de vida totalmente alejado de los principios de Dios. Modas, ideologías, costumbres pasarán, pero lo único que permanece por siempre es la Palabra de Dios (Mateo 24:35).

Lo único que puede guardarnos es la obediencia a la Palabra de Dios.

Para que estas infiltraciones no sucedan, nuestra actitud debe ser diferente. Ser astutos y radicales es la única opción que tenemos para no caer en estas mentiras. Y cada vez que detectemos que hay una mentira del enemigo que se quiera infiltrar, ¡lo atacamos! Hay una guerra que se está librando, y la mente es el campo de batalla donde ocurren batallas constantes. Es el momento justo donde nuestras convicciones son atacadas, ¡Ojo de estar sin armas al momento de la batalla!

Cinco consejos claves para ser el remanente

1 Buscar a Dios todos los días: esto es fundamental para un hijo, relacionarse con su padre; pero no solo disfrutar de la relación, sino gozar de los beneficios.

2 Guardar la palabra de Dios: nutrirse de la palabra de Dios y tener tiempos de devocionales. Escuchar prédicas, podcast, etc., alimenten la fe.

3 Congregarse y servir: ser parte de una comunidad y así retroalimentarnos para aumentar la fe; recibiendo ayuda y a la vez impulsando a otros para que puedan hacer lo mismo.

4 Servir fuera de la congregación: qué diferente sería que el remanente de Dios comience a trascender fuera de las paredes del templo y se inserte en ámbitos donde el mensaje de Jesús todavía no ha llegado.

5 Predicar: para el remanente es tan fuerte la convicción de que Cristo es lo mejor que le puede pasar al ser humano, que no se guarda para sí mismo. Si no que hace hasta lo imposible para que la mayoría de su entorno conozca a Jesús, y permanezcan en Él hasta el fin.

Estamos viviendo tiempos cruciales, y Dios ha visto algo en ti, para que seas parte del remanente que Dios va a levantar en los últimos tiempos. En donde sea, donde te encuentres, utiliza la poca o mucha influencia que tengas para mostrar a Jesús. ¡Comienza ahora!

Nací y vivo en la ciudad de Resistencia, Chaco. Tengo 25 años y trabajo con jóvenes desde mi adolescencia. Soy músico, apasionado por pastorear a la juventud y por despertar en muchas personas la pasión por predicar de Jesús y vivir una vida en libertad y plena en Cristo. Hace 2 años comencé a trabajar dando mensajes de reflexión en las redes sociales, donde Dios ha abierto muchas puertas para predicar su palabra.