En febrero hay un día en que popularmente se festeja el amor. No obstante, cada vez que recordamos el sacrificio de Jesús a través del vino y el pan, estamos rememorando una consagración al amor, como lo llamaban en el libro de Corintios. De eso se trata la nota de hoy. 

El mundo de Primera de Corintios

Corinto, ciudad griega, fue la destinataria de dos cartas escritas por Pablo. Debido a la mezcla de culturas, pueblos y religiones, Pablo dedicó varios párrafos a establecer cómo debía ser la moral, la conducta y los ritos de la nueva fe cristiana.

En Primera de Corintios, en el capítulo once, a partir del versículo quince, habla explícitamente sobre la Cena del Señor, la cual estaba generando varias confusiones debido a la mezcla de tradiciones paganas y cristianas.

“De hecho, cuándo se reúnen, ya no es para comer la Cena del Señor, porque cada uno se adelanta a comer su propia cena, de manera que unos se quedan con hambre mientras otros se emborrachan”, 1 Corintios 11: 20-21.

Aquí vemos cómo Pablo disciplinaba, por medio de epístolas, a la comunidad de Corinto, debido a que habían mezclado las costumbres romanas, sobre todo, de hacer grandes fiestas de comida y excesos, sobre todo con el alcohol, al momento de celebrar la Cena del Señor. 

Además de incurrir en desproporciones, los asistentes a la fiesta marcaban diferencias entre clases sociales, llevando cada uno su propia comida y desdeñando una reunión en igualdad entre la comunidad que se juntaba a conmemorar el sacrificio de Jesús. Así se producía una discriminación, la cual molestaba a Pablo porque no demostraba el verdadero sentimiento del cristianismo, que pretendía llegar a todos, sin distinción. 

La “Fiesta de Amor”

Según la Biblia Arqueológica NVI, los paganos tenían fiestas en las cuales había “comidas comunitarias en extremo escandalosas”, por lo que hemos descrito anteriormente, sumado a la conducta sexual. Un ejemplo de esto es lo que se describe en el pasaje de Judas 1:12: “Estos individuos son un peligro oculto: sin ningún respeto convierten en parrandas las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran. Buscan sólo su propio provecho”. 

Aquí Judas las llama “fiestas de amor fraternal”, haciendo referencia a un amor tergiversado, no al que hacía mención el verdadero evangelio predicado por Jesucristo. 

Volviendo al hecho de compartir la mesa, era, al igual que lo es para nosotros, un ritual más dentro de la vida greco-romana. Jesús intentó continuar con este ejemplo, al aceptar el compañerismo que se generaba en el compartir la mesa, agregando el recordatorio de lo que él haría e hizo en la cruz. Así se comenzó a llamar también las “fiestas de amor” pero haciendo referencia al amor ágape. 

Continuando con las explicaciones dadas por esta Biblia de Estudio, no hay una exactitud histórica o textual bíblica de si había una diferencia entre la llamada Eucaristía o Cena del Señor, y la llamada Fiesta del Amor, que le podríamos llamar ágape. No se sabe si consistía en la misma acción, debido a la confusión que ocasiona la falta de claridad de algunos hechos del primer cristianismo. 

“La Eucaristía se celebraba probablemente en el contexto de una comida de iglesia, justo como se conmemoró la primera Eucaristía en el contexto de una cena de Pascua”, menciona esta Biblia, y explica que se pretendía celebrar con una comida abundante, es decir, una gran cena. Con el tiempo, se distinguieron ambas actividades, quedando clara la diferencia y celebrando la Cena del Señor, tal cual como lo hacemos en la actualidad en la mayoría de las iglesias. 

Conclusión: qué es y qué no es

Como dije antes, la Cena del Señor es una de las celebraciones más comunes de las iglesias cristianas, en general. Creo, profundamente, que es un motivo de celebración del verdadero amor, con Dios y con el hermano. Espero que continúe siendo un momento de refugio, donde cualquier persona puede acceder y recordar el sacrificio de Jesús, sin que nadie se sienta excluido y sin excesos, debido a que representa íntegramente al cuerpo y el evangelio de Jesucristo.

Soy de Mendoza, Argentina. Profesor de Historia y casi Licenciado en Turismo. Espero que en mis notas no encuentres respuestas, sino preguntas. Que puedas mirar al pasado para enriquecerte, no para aburrirte.