Cada 16 de octubre desde 1979 se conmemora esta fecha y es propicio recordar todo lo que podemos hacer para el provecho de nuestra salud y la del planeta.

Es una celebración promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), con el claro objetivo de promover gestiones para disminuir el hambre en el mundo. Este 16 de octubre de 2021, la frase que acompaña a esta lucha es “¡Nuestras acciones son nuestro futuro!”.

Siempre es buen momento para actuar conjunta y articuladamente desde lo individual y también en colectivo por una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.

El gran y fuerte objetivo, sobre todo de este año, es hacer hincapié en que juntos podemos mejorar la alimentación nuestra y de las próximas generaciones en pos de una buena nutrición, y en ese camino tratar mejor al planeta, cuidar y respetar el medio ambiente, que es parte de este sistema alimentario.

Más que información, números y estadísticas, quiero proponerte que juntas pensemos en ideas de cómo, desde nuestro lugar, podemos aportar valor a las acciones que tomemos en lo cotidiano para una mejor alimentación.

  1. Elegir alimentos de estación, de época. Como es el caso de frutas y verduras, para lograr así una producción más saludable. Otra alternativa es elegir frutas y verduras agroecológicas, con esto evitamos el consumo de tóxicos y pesticidas. 

Acá te comparto una lista del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina para que puedas tener en cuenta la estación de vegetales y frutas.

Otoño-Invierno

Aceitunas, acelga, achicoria, apio, batata, berro, brócoli, cardo, coliflor, cebolla de verdeo, chaucha, escarola, espinaca, hinojo, nabo, nabiza, puerro, rábano, radicheta, remolacha, repollo, repollitos de Bruselas, zanahoria, zapallo, calabaza, banana, ciruela, durazno, limón, mandarina, melón, membrillo, naranja, palta, pelón, pera, pomelo.

Primavera

Remolacha, zapallito, radicha, perejil, puerro, habas, lechuga, nabiza, nabo, acelga, apio, alcaucil, espárrago, frutilla, frambuesa, cereza, arándano, manzana, naranja, palta, ananá, banana, frutilla, limón.

Verano

Zapallo, calabaza, rabanito, tomate, espárrago, morrón, cebolla, chauchas, pepino, acelga, berenjena, choclo, frambuesa, mora, manzana, sandía, uva, limón, pelón, pera, arándanos, frutilla, higo, mamón, melón, naranja, ananá, ciruela, cereza, damasco, durazno.

  1. Animate a elaborar tu propia huerta. No hace falta tener un enorme jardín, podés animarte a plantar en macetas algunos alimentos. Los tomates, ají rojo, verde, amarillo, frutillas, pepinos, son fáciles de cultivar y pueden comenzar en un espacio pequeño. 
  1. Menos paquete y más alimento. Parte del concepto de una alimentación saludable es disminuir el consumo de empaquetados. Uno de los motivos es por la salud; el consumo elevado de alimentos ultraprocesados aumenta el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, como obesidad, diabetes, hipertensión. A su vez los paquetes son un elemento agresor del medio ambiente, y es fundamental empezar a tomar consciencia y cuidarlo.

Me gusta mucho meditar en este pasaje cuando hablamos de alimentación saludable: “También les dijo: «Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los árboles que dan fruto con semilla; todo esto les servirá de alimento”. Génesis 1:29

  1. Cuidemos el medio ambiente, es nuestra responsabilidad. En Génesis 1:28 la Biblia dice: “Y les dio esta bendición: Quiero que se reproduzcan, quiero que se multipliquen, quiero que llenen la tierra y la pongan bajo su dominio”. Otras versiones de este texto dicen “mayordomía”, “administren”. Y ese también es nuestro legado, cuidar, valorar y respetar la tierra que Dios nos encomendó.

Algunas maneras prácticas de comenzar a cuidarlo son:

  • Reducir el consumo de plásticos.
  • Llevá tu propia bolsa al supermercado o tiendas.
  • Usá el agua con cuidado. Una vez que terminaste, cerrar la canilla o grifo de agua.
  • No dejés aparatos enchufados sin que los estés utilizando, de esta manera ahorramos en electricidad.
  • Apagá las luces.
  • Separá la basura.
  • Plantá un árbol.
Te animo a que puedas vos también ser parte de este Día Mundial de la Alimentación, con pequeñas acciones que estoy convencida de que, unidas, producen grandes cambios.

¡Seamos la luz del Padre en cada lugar!