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Cómo aprender a controlar y superar los celos

En esta oportunidad me gustaría que hablemos acerca de los celos, qué son, cuáles son los tipos, hasta qué punto “son normales” dentro de la pareja, y cuándo se vuelven obsesivos y tenemos que prestarles más atención. 

¿Qué son los celos?

Comencemos por el principio; podríamos definirlos como un sentimiento que surge como consecuencia del temor que se tiene de perder una relación, objeto o situación, entre otros. 

Los celos actúan como el deseo o posesión del otro, como una necesidad de acaparar toda su atención y, al no conseguirlo, la persona se siente frustrada, no querida o rechazada, generando así una serie de sentimientos negativos hacia el causante de estos y hacia ellos mismos. Pueden aparecer en cualquier estilo de relación. 

Podríamos diferenciar algunos tipos de celos, como los que comienzan y finalizan en la infancia, entre hermanos, con otros pares o la misma competencia por el amor de los padres, otros en la adolescencia, con las amistades, etc. Sin embargo, los más característicos y que pueden llegar a ser más intensos son los que se producen en la pareja. Y en estos queremos centrarnos hoy. 

Los celos en la pareja

En nuestros consultorios en @cti.psicologia, nos hemos topado con muchas personas que creen que hay una relación proporcional entre la intensidad de los celos y el amor, la famosa frase “te celo porque te quiero”. Desde nuestra experiencia clínica, creemos firmemente que esto es un error de concepto detrás del cual muchos justifican estos sentimientos desmedidos. 

Sería bueno tener en cuenta que no siempre los celos van a estar justificados por factores objetivos, es decir, las sospechas que uno puede generar no siempre tienen una base real. En este punto es donde, desde la psicología, se puede orientar a quienes padecen en silencio esta sensación que las invade y de la cual sienten que no pueden salir. 

Estas personas sienten celos de una realidad que muchas veces es distorsionada por sus propios pensamientos. Sus inseguridades, sus vulnerabilidades y su baja autoestima hacen que sientan un amor posesivo por el otro.

Si no nos consideramos valiosos y vivimos bajo la inseguridad y el temor, es probable que dudemos continuamente del amor que el otro nos ofrece. 

Cuando uno no tiene confianza en sí mismo es incapaz de verse merecedor del amor del otro. Por estas razones los celos se hacen presentes, porque la amenaza a que el otro encuentre a alguien más valioso lo perciben como una posibilidad.

Dentro de los motivos por los cuales una persona puede desarrollar estos sentimientos, además de lo que ya hablamos en cuanto a inseguridad y falta de confianza en uno mismo, podrían estar las experiencias traumáticas producto de relaciones anteriores fallidas o tóxicas. 

Todo ello deriva, en muchos casos, en conductas controladoras, exigentes y asfixiantes hacia el otro. El temor por volver a experimentar dolor les nubla sus pensamientos hasta el punto de convertirse en personas desconocidas por ellos mismos. 

Otro de los motivos pueden ser los modelos vividos en el seno de las familias de origen, por lo que se repiten conductas aprendidas en la primera infancia y en donde el sentimiento de celos era vivido como normal, percibiéndolo así y relacionándose con el resto del mundo con este mismo patrón. 

Finalmente, no cabe duda de que personas con características específicas en su personalidad, o con determinados traumas psicológicos, pueden ser más propensas al desarrollo de esta respuesta. 

Ahora bien, visto y considerando todo lo que pudimos aprender sobre esta modalidad invasiva y tóxica como son los celos, queremos dejarte algunas herramientas para que puedas aprender a controlarlo y ayudar a otras personas que también lo estén atravesando. 

Herramientas para controlarlos 

En primer lugar, es importante que detectes si hay en tu vida inseguridad, cierta tendencia a sentirte inferior, qué nivel tiene tu autoestima y si esto te está afectando en la relación con otros. Poder identificar los motivos es el primer paso, al aceptar lo que nos pasó y poder entender que todo influye en cómo actuamos hará que podamos luego resolverlo. 

En segundo lugar, construye y genera confianza en ti mismo, eso se suele trabajar con profesionales, pero si no puedes acceder a ellos, el conocer cuáles son tus virtudes y defectos será un buen comienzo. En tercer lugar, es importante que puedas enfocarte; que evites situaciones que generen malestar con tu pareja, que evites el intentar controlar, que focalices tus pensamientos y elijas cambiarlos cuando aparezcan de manera repentina, el registro de ellos es el mejor aliado. 

Y por último, es necesario que puedas afirmar tu vida, tus sueños y que te esfuerces por agradarte más a ti mismo antes que a los demás. El miedo al abandono o a la pérdida siempre estarán, pero cuanto más te empieces a amar y aceptar a ti mismo más seguro te sentirás a la hora de elegir compartir tu vida con otra persona. 

Y es importante que, si incluso teniendo en cuenta alguna de estas herramientas, tu nivel sigue siendo elevado o tus inseguridades se intensifican,  ¡pidas ayuda a tiempo! 

Débora Pedace
Débora Pedace
Fundadora y directora del Centro Terapéutico Integral. Psicóloga Clínica (UCA). Trabaja con adultos, parejas y familias. Posgrado en Centro Privado de Psicoterapias. Diplomatura en Terapia Cognitiva Conductual (Centro de Terapia Cognitiva).

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