Carla Rojas, referente de la academia cristiana de bailes y ritmos urbanos, cuenta cómo se entrena la agrupación para revolucionar las calles y las plataformas, predicando el amor de Cristo de una manera creativa.
Rojas es actualmente la directora de la escuela de danza Jesus Warrrior junto a su esposo, Nachu Gómez, hijo de los pastores Ale y Lali Gómez. Ambos coordinan el equipo general y capacitan a los profesores en la tarea que deben desarrollar. Pero el enfoque de este joven matrimonio es aconsejar y reforzar la identidad de los instructores de danza en la fe en Jesús.
Este ministerio artístico fue fundado por el pastor de la Iglesia de la Cruz, quién, hace muchos años atrás, vio a unos chicos bailando break dance en la calle y observó como la gente se reunía alrededor de ellos para verlos, pero los bailarines usaban esta danza urbana para revelar a Cristo. “Ahí surgió la idea de formar un grupo que se prepare para trasmitir a Jesús a través del arte”, cuenta Carla.
La escuela de danza abarca diferentes preparaciones académicas. “Se trabaja de manera profesional, en el que los chicos y chicas entrenan su cuerpo físicamente dos o tres veces por semana, con ejercicios acorde a las coreografías que se preparan para algún evento programado”, explica la directora de la academia. Por otro lado, los profesores tienen talleres de verano para practicar y estar en óptimas condiciones para enseñar a los alumnos.
Los estudiantes regulares tienen un plan adaptado a cada año, en el que se ven los diferentes estilos del hip hop, aprenden la cultura y repasan coreografías referidas a su entrenamiento en clase. Al finalizar cada etapa, los alumnos deben rendir exámenes teóricos y prácticos, para seguir avanzando.
Jesus Warrior no es solo una academia de arte sino un lugar de entrenamiento espiritual, Carla explica que “aparte de su preparación atlética, todos los participantes realizan un devocional por semana, en el que nosotros ministramos a la compañía y a los profesores”.
Otras de las maneras en la compañía artística de Jesus Warriors evangeliza a las personas es realizando coreografías sin ningún tipo de mensaje directo o indirecto, pero que sirve para atraer a los espectadores. Luego de lograr esto, al terminar el evento van persona por persona anunciándoles las buenas nuevas.
Rojas explica que “durante la pandemia intentamos seguir con la planificación anual, pero nuestra gran tarea fue estar más atentos a los alumnos y sus corazones”, además admite que este contexto representó «una gran oportunidad para conocerlos de otra manera”.
Por último, Carla recomienda a los jóvenes que quieran empezar con esta disciplina artística a “que no tengan miedo, porque todo se aprende y todo se entrena. No importa la edad o si venís bailando otros estilos”. También enfatiza en que “el mundo artístico es muy complicado, pero cuando somos muchos impactando al sistema con lo eterno las cosas cambian y suceden cosas increíbles; nunca olvidemos quienes somos en Cristo y que venimos de nuestro Padre celestial”.
